Esquizofrenia
el dia que mi mente cerro las puertas a la realidad
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miércoles, 25 de noviembre de 2015
Nueva terapia para la esquizofrenia severa
Por muchos años se han utilizado técnicas cognitivas para ayudar a las personas con esquizofrenia a manejar sus alucinaciones y mejorar su atención y memoria. Una nueva terapia, utilizada para tratar la depresión fue creada hace poco, la cual es una variante de la terapia cognitivo-conductual, que se centra en la desactivación de los auto-supuestos, aumento de la motivación y la reducción de los síntomas.
Esta nueva terapia ayuda a combatir los síntomas negativos de la esquizofrenia: la apatía, el cansancio y la monotonía emocional, que llevan a que la persona se aísle y sólo se refugie en su hogar.
Estudio de la nueva terapia cognitiva
Un estudio que incorporaba esta nueva terapia cognitiva fue realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania, donde trabajaron con 31 pacientes esquizofrénicosque fueron sometidos a un programa de tratamiento. Este programa incluía sesiones semanales de una hora de duración, además de un régimen de medicación estándar. Cada persona se debía fijar una meta, ya fuera para encontrar un trabajo, iniciar una relación o volver a la escuela. El terapeuta iba guiando al paciente para que tomara las medidas necesarias para lograr ese objetivo.
El doctor Aaron T. Beck, psiquiatra conocido por crear la terapia cognitiva con la que se trata a los pacientes esquizofrénicos, y que participó en la investigación, dijo: "Me tomó mucho tiempo lograr que los pacientes se comprometieran".
Los terapeutas ayudaron a sus pacientes a corregir las creencias de auto-derrota, como "tomar un riesgo, aunque pequeño es una tontería, porque perder es probable que resulte un desastre ", y "hacer nuevos amigos no vale la energía que necesita”. Después deseis meses, los pacientes comenzaron a mostrar una mejoría mensurable. Después dedieciocho meses, se observaron grandes cambios en la Escala de Evaluación Global, que se utiliza para evaluar a estos pacientes.
Resultados del estudio
Según el doctor Paul M. Grant, autor principal del estudio: "Los pacientes hicieron un salto de unos 10 puntos en esa escala, en promedio, lo que consideramos que mueve todo un nivel en términos de funcionamiento”. Un grupo de comparación de 29 pacientes que recibieron el tratamiento estándar no mostró ninguna mejoría.
Con esta terapia se obtuvo que la motivación mejoró considerablemente, y en muchos,su vida también mejoró de forma significativa. Sin embargo, el curso de la terapia fue extraordinariamente largo en comparación con lo que se ofrece habitualmente. Un curso estándar para la depresión dura tres o cuatro meses, mientras que esta terapia duró dieciocho meses. Esto podría dificultar su capacidad de aplicación, sobre todo en instituciones que requieren de un cambio más rápido.
A pesar del tiempo que demore en generar resultados esta modificación de la terapia cognitiva, se debe tener en cuenta que la esquizofrenia es una enfermedad con la que las personas tendrán que convivir siempre, por lo que si los efectos son duraderos y cambian la forma de llevar la vida de las personas, será una terapia muy beneficiosa.
Estigma social
Las personas diagnosticadas de una enfermedad mental grave muchas veces sufren el estigma y discriminación por parte de la sociedad, lo que unido a las características intrínsecas de su propia enfermedad puede dificultar su desarrollo personal.
Sin embargo, existen motivos para ser optimistas. Uno de los factores que ayuda a moderar el estigma y a mejorar la tolerancia social, parte del conocimiento de la enfermedad. La población joven y con nivel educativo alto hoy en día parece ser más tolerante. El contacto previo con un paciente que sufre la enfermedad también disminuye el estigma y el miedo, además de aumentar el conocimiento de la situación que vive la persona.
Los pacientes que cuentan con el apoyo y tolerancia de familiares, amigos y las personas que le rodean, consiguen reinsertarse mejor a la vida familiar y laboral.
Entre todos tenemos la oportunidad de informarnos y actuar, para ayudar a borrar el estigma y la discriminación en la enfermedad mental.
En el XV Congreso Nacional de Psiquiatría celebrado en Oviedo, los profesionales de la psiquiatría se adhirieron a un Manifiesto en contra del estigma promovido por la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB).
Vivir con esquizofrenia hoy en día: Infórmate y actúa
En el pasado, la visión sobre la esquizofrenia era muy limitada y se consideraba que las personas estaban incapacitadas cuando padecían la enfermedad.
La perspectiva ha cambiado porque se sabe que la mayoría de los pacientes hoy en día pueden llevar una vida relativamente normal siempre que cumplan bien la medicación y lleven hábitos de vida saludables.
La ciencia ha ido evolucionando a lo largo de los años y actualmente ofrece opciones terapéuticas eficaces que pueden controlar bien los síntomas, producir menos efectos secundarios y además presentar una administración espaciada en el tiempo, interfiriendo lo mínimo posible con la vida de la persona que padece la enfermedad.
Es necesario cumplir con una serie de cuidados que van a garantizar la estabilidad y buen pronóstico de la esquizofrenia.
Realizar un buen cumplimiento de la medicación, seguir las terapias rehabilitadoras, cumplir unos hábitos saludables evitando el consumo de tóxicos y realizar una actividad social y familiar diaria son las bases para poder convivir con la enfermedad sin que repercuta en el día a día.
DIAGNOSTIO
El diagnóstico de la esquizofreniase realiza a través de la historia clínica del paciente, donde se reflejan tanto los antecedentes familiares como los acontecimientos sufridos por el paciente y los tratamientos prescritos, así como una entrevista a las personas que forman parte del entorno del paciente. El diagnóstico de la esquizofrenia se basa en criterios clínicos reforzados por pruebas psicométricas, neuropsicológicas y, en determinados casos y como complemento al diagnóstico, se emplean pruebas de neuroimagen.
La esquizofrenia no suele ser de aparición súbita, sino que suele desencadenarse con un primer periodo cuya duración oscila entre varios días y años, en los cuales el paciente, progresivamente, presenta cambios mínimos de carácter, disminución en el rendimiento escolar/laboral, aumento de la ansiedad y, finalmente, aislamiento social.
En la aparición del primer episodio psicótico suelen predominar de forma clara los síntomas de tipo positivo, aunque en determinados tipos de esquizofrenia estos síntomas están disminuidos o ausentes. Tras este primer episodio, el paciente suele precisar hospitalización, donde se realiza un primer diagnóstico y se establece el tratamiento, que el paciente deberá seguir de forma rigurosa durante al menos dos años.
Los factores que pueden considerarse favorables al pronóstico de la enfermedad son:
Se consideran con mejor pronóstico las esquizofrenias paranoides, y en las pacientes femeninas mejor que en los varones. Por el contrario, son signos que alertan del riesgo de recaída:
- Aparición tardía de la enfermedad.
- Buena adaptación y seguimiento del tratamiento.
- Ritmo de vida estable, con horarios de trabajo y descanso fijos, y evitando el consumo de cualquier tipo de droga (alcohol, tabaco,…).
- Ausencia de antecedentes familiares de trastornos afectivos y de alteraciones neuroestructurales en el propio paciente.
- Buenos resultados en las pruebas neuropsicológicas.
Se consideran con mejor pronóstico las esquizofrenias paranoides, y en las pacientes femeninas mejor que en los varones. Por el contrario, son signos que alertan del riesgo de recaída:
- Alteraciones del comportamiento.
- Insomnio.
- Sensación de abatimiento y decaimiento (depresión).
- Dificultad de concentración.
- Irritabilidad y/o agresividad.
- Bloqueo.
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